¿Tu Restaurante cuenta una Historia?
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Hoy mi consejo es…

Enfoca.

Piensa ¿Qué es lo que haces mejor?

Una vez que hayas respondido esa pregunta…

Vuelve a enfocar.

Si has pensado en tus habilidades para la cocina italiana, o para las carnes, o para los postres inlcuso, aún estás MUY lejos de llegar a donde quiero hacerte llegar.

Continúa enfocando.

Ajusta, tensa, hila tan fino como puedas.

Nadie oriá de Tí, o de Tu Restaurante por lo bien que haces todo. Ni por lo bien que se te dan ciertos platos.

Debes convertirte en una flecha, o mejor aún, en un láser. Debes perforar incidiendo en un punto muy, pero muy, muy fino y preciso.

Imagino que ya hasbrás oído eso de la gota que perfora la roca.

Eso es Enfoque.

Eso es Constancia, Coherencia y Enfoque en toda su expresión, y hoy quiero comenzar con el Enfoque.

¿Quieres atraer clientes a tu Restaurante?

Especialízate. Enmarca. Delimita. Y recién luego de que hayas hecho todo esto…

Ahora Si, Comunícalo.

Si oyes que en tu ciudad hay un Restaurante que se presenta de la siguiente manera:

Asador Patagónico Los Troncos

El mejor costillar a las brasas de Argentina

Cuando quieras comer un costillar a las brasas… ¿Dónde querrás ir?

Busca Tu Especialidad.

¿No la tienes? Invéntala. Créala.

Es un Juego, ¿recuerdas?

Luego se Coherente con tu Decisión. Si has decidido ser quien prepare La Mejor Pizza a la Napolitana de todo Buenos Aires, busca los mejores ingredientes, no escatimes en gastos, mima ese plato, crea Tu Historia alrededor de él (la Historia que Debe Contar Tu Restaurante ¿recuerdas?) Conecta emocionalmente con tu cliente mediante este plato.

Emociónate al crearla por primera vez.
Emociónate al elaborarla cada vez.
Emociónate al servirla en una mesa cada vez.
Y Haz que se Emocione Tu Cliente al recibirla en su mesa.

Puede que incluso ese plato lo lleve directamente el chef a la mesa, o…

incluso Tú mismo.

¿No te lo imaginas?

Te veo ahora mismo caminando desde Tu Cocina hasta la mesa, lleno de orgullo, desbordante de felicidad y con un sentimiento, sobre todo de…

compartir.

Has elegido tu plato para compartirlo con todos tus amigos. Con todos tus clientes.

Siente unas ganas de compartir honestas. De emocionar realmente, con el corazón.

Olvida el Negocio. Olvida todo. Céntrate en Dar. Céntrate de Compartir.

La gente percibe eso. Tú lo Percibes. Tú sientes cuando alguien está siendo sincero y te da por el placer que siente al compartir contigo algo que le enorgullese.

En ese momento tú, que lo recibes, te sientes muy bien.

Pues eso no es ni remotamente lo excepcional que se siente cuando Tú lo das.

Especialízate en Dar.

Sé el Maestro del Compartir, y Especialízate en eso que Tú Haces Mejor.

Te sorprenderá como pronto vendrá gente de sitios fuera de tu área a querer probar eso que Tú Haces Mejor que nadie.

Créetelo Tú y Asegúrate que de tus camareros lo creen también.

Haz que lo prueben. Explícales por qué es Mejor. Explícales lo importante de los detalles. Que entiendan que cada vez que lo preparas (o lo preparan) es una «creación única». Es un acto creativo.

Hazlo. Enfócate. Lúcete. Especialízate. Disfruta.


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